Os voy a enseñar un cuento…

Se llama: “Enseñando sexualidad a los niños: La alegría de la vida”

Es un precioso cuento de educación afectivo sexual que encontré navegando por la red

https://www.youtube.com/watch?v=Ej3f7HiiIYM

Se lo dedico a todas aquellas personas que dicen que cuando sus hijos e hijas son adolescentes no quieren hablar de sexo con ellas. Y claro, esto es porque quizás… han comenzado un poco tarde…

Como siempre, os recuerdo que la educación en casa debe empezar desde el principio, de manera natural. Como hace ésta abuela en el cuento que os presento:

En él, una abuela dulce y sabia les va contando a su nieta y a su nieto diferentes historias sobre sexualidad.

Tanto el niño como la niña le hacen preguntas, y siempre quieren saber más. Le dicen a la abuela: ¿Y qué más, abuela?

Y la abuela contesta: ¿Qué más, pequeños?, eso es otra historia.

Pero lejos de evitar la pregunta, comienza un nuevo capítulo con nuevas respuestas.

Así, capítulo a capítulo, la abuela habla sin tabúes sobre el cuerpo de las niñas y de los niños, sobre cómo responden a los estímulos, cómo cambian con el desarrollo hasta llegar a la pubertad. También les habla de la regla, de los instintos… Da mucha importancia a la necesidad de conocer el propio cuerpo desde la infancia, y más adelante al descubrimiento de las emociones hacia otras personas, del amor…

Continúa explicándoles qué es la fecundación, cómo vienen los bebés al mundo, los primeros instantes de su vida… y la forma en que después nos condicionan a través de estereotipos de género para que nos comportemos como “niñas” o como “niños”, como si esto fuera una condición natural y biológica.

Continúa hablando de la familia, del árbol genealógico, de las separaciones…

Es decir, ¡de la vida misma!

Os recomiendo éste cuento que os ayudará a ganar seguridad en la apasionante aventura de la educación afectivo sexual. Estoy convencida de que os va a gustar.

Y si queréis, podéis dejar vuestras opiniones y comentarios en éste blog. Así, aprendemos unas personas de otras. Que eso… ¡También es apasionante!