A través de la sexualidad, aprendemos a conocernos, sentirnos, querernos…
Descubrimos quiénes somos, qué nos gusta, qué nos da seguridad y qué nos hace sentir bien.
Desarrollar una buena educación sexual ayuda a mejorar la autoestima, la autonomía, la confianza, la seguridad e incluso a entablar mejores relaciones personales.
Y todo ello aderezado de placer, ¿Qué más se puede pedir?
Pues sí, se puede pedir más, y lo conseguiremos si hacemos una educación sexual desde los comienzos.
Sobre esto y mucho más hablaremos en este primer capítulo de Sin Tabúes