Modelos educativos: la educación sexual en casa

Tradicionalmente se ha confundido educación sexual con información sexual.

A la hora de enseñar a los hijos y las hijas sobre sexualidad, lo primero que hacían las familias era…. Tragar saliva, y pensar… Uff, cómo toco éste tema tan delicado, qué le debo o no debo decir…

Y lo siguiente que se venía a la mente era: ¡peligro!, si hablamos del tema, querrá experimentarlo.

¿Así que cual era la solución habitual?

Intentar evitar el tema si era posible. Y si no había forma, hablar de una manera velada y llena de tapujos sobre los peligros de un embarazo no deseado y alguna infección transmisible sexualmente (principalmente el sida) y las formas de evitar estos contagios o embarazos.

Las familias más modernas, con los chicos, sacaban el tema de los preservativos, y con las chicas, de la menstruación.

Y luego decían: “si tienes alguna pregunta, puedes hacerla sin problemas”. Y mientras cruzaban los dedos implorando que esto no sucediera…

Una vez pasado éste trance…  Suspiraban y “rezaban” para que no hubiera problemas.

Seguro que más de una persona os habéis identificado con estos dos modelos de educación sexual:

  • El modelo tabú, que piensa que de lo que no se habla no existe
  • El modelo Peligro: Es mejor hablarles de los peligros para que se anden con cuidado.

Ante estas dos formas de tratar la sexualidad, los hijos y las hijas captaban la idea de que éste es un tema del que no se debe hablar, que es incómodo, y que se relaciona con la función reproductora y los peligros para la salud.

Así que en consecuencia, tras éste halo de secretismo, miedo y misterio, van creciendo y descubriendo con los ojos cerrados lo que la sexualidad les puede aportar.

Sin embargo. Hoy en día, muchas familias están deseando encontrar otros modelos de educación, y otras muchas ya están dando los pasos para el cambio.

Yo los llamo:

  • El modelo “BES”: Buena Educación Sexual

En estos casos, las personas adultas están receptivas a los cambios evolutivos de su descendencia. Y les van explicando qué les pasa en sus cuerpos, y en sus afectos.

Estas familias no esperan que sean los más pequeños quienes den el primer paso, sino que se adelantan. Y  tienen claro, que aunque no se nombre, la sexualidad EXISTE, y cuando se adorna de miedo, no se protege, sino que se deja en una posición de vulnerabilidad y desprotección.

Así que hablan sobre la sexualidad en todas sus facetas: sobre sus cambios corporales, afectivos. Sobre las relaciones interpersonales y las sensaciones físicas. Sobre la función reproductiva de la sexualidad, pero también la función de placer.

Bajo éste modelo se sabe, que no es tan importante la cantidad de información que se debe de dar, como los valores que se deben de transmitir.

De modo que lo que la gente joven recibe, es seguridad y responsabilidad.

Si al leer éste artículo algo se te mueve, y te mueve al modelo BES, de los valores y la Buena Educación Sexual, existen muchos libros muy buenos, buen@s profesionales, buen material formativo como el Sapiensex.

Te recomiendo que leas, que hables, que investigues.

Y por supuesto… !que sigas a Sapiensex! 😉

Cada día disfruto más en los talleres de educación afectivo sexual Sapiensex

¿Quieres saber por qué?

Llegué a ésta conclusión hace un par de semanas, cuando estaba en el IES Galileo, facilitando un taller con alumnado de 4 de la ESO.

Comencé como todos los días, formando los grupos, explicando la dinámica del taller, haciendo una breve introducción de lo que sí es sexualidad… y comenzamos a jugar.

La magia llegó cuando después de cada pregunta que yo les hacía, tanto las chicas como los chicos del grupo me preguntaban y exprimían a preguntas.

Sus caras eran una belleza: brillaban sus ojos, lucían sus sonrisas nerviosas, se miraban con complicidad… y continuamos toda la sesión como si fuera un debate, lleno de opiniones y preguntas que nos ayudaban a aprender y a crecer. ! Incluida yo misma!

Está claro que la dinámica participativa a través de un juego les ayuda a desinhibirse. A ver que esto no es una clase con contenidos de los que luego les van a examinar, si no a sentir que aprenden cosas interesantes para su vida cotidiana.

Espero y deseo que ésta magia que creamos en los talleres perdure un poquito más.

Y tengo la esperanza de que así será, pues la valoración que me han hecho varias chicas del taller ha sido que apreciaban el hecho de que los talleres fueran participativos y centrados en la responsabilidad y la salud y no tanto en una metodología de “Clase magistral” de esas que sólo se enfocan sobre  el peligro y las enfermedades.

Intuyo que éste enfoque que pone el acento en  lo que “sí se puede hacer”, en vez de en lo que “no se debe hacer” les resulta más amable e interesante.

La recepción por parte del profesorado también ha sido excelente. Especialmente valoro el hecho de que asistieran a los talleres las propias tutoras de los diversos grupos. Pues aunque también vinieron otras y otros docentes, es sobre todo en tutoría donde podrán seguir trabajando éstos contenidos de manera transversal una vez terminan los talleres.

Por eso quiero agradecer al AMPA Galilei, del IES Galileo de Alhaurín de la Torre haber solicitado en colaboración con el Centro de la Mujer de alhaurín de la Torre, la subvención para proyectos de coeducación que concede la Junta de Andalucía, y así haber impartido 5 talleres a casi 100 chicos y chicas de vuestro centro.

Una vez más me quedo con un sabor amable y esperanzador. Sintiendo que éste trabajo merece la pena.

Y para compartirlo también contigo, lo represento con unas cuantas fotos que tomamos:

Galileo 3 visión general Galileo 4 B preservativo Galileo 4 C visión general

¿QUÉ LES GUSTA A LOS CHICOS Y A LAS CHICAS DE SAPIENSEX?

Pienso que el buen trabajo no es sólo el que se hace con ilusión, sino el que se analiza, cuestiona y mejora día a día.
Es por ello que tanto antes como después de cada taller se pasa un cuestionario de satisfacción entre los chicos y las chicas de clase.
Primero les consulto sobre sus dudas: les pido que describan sus dudas, miedos y deseos de saber sobre cualquier aspecto relacionado con la sexualidad:

Y al terminar el taller, confirmo si se han resuelto sus dudas y qué les ha parecido.
Tengo el gusto de poderos contar que el nivel de satisfacción es muy alto.
Los chicos y las chicas valoran muy positivamente el hecho de encontrar un espacio donde poder hablar abiertamente de sexo y confirman resolver sus dudas.

Los aspectos que más les llaman la atención son: que el sexo es más que penetración, que se relaciona con el placer, la comunicación, los afectos…

Y también, algo que siempre me encanta confirmar es que las chicas aprenden que sus cuerpos también son importantes. Este aspecto es muy importante, ya que siempre confirmo el rechazo que tienen a sus olores, formas, sensaciones…

Y en los chicos, me regodeo al comprobar que los varones toman conciencia de la importancia de compartir su placer con la otra persona. Los chicos tienen la costumbre de aprender sexualidad a través del porno, de lo que ven en la prostitución… y construyen una mirada centrada en su propio placer. Sin embargo, a través de los talleres toman conciencia de la necesidad de hacerlo de forma compartida, donde el placer de ambas partes es básico. Donde ellos ganan placer si lo comparten y se sienten mejor si la persona con la que están también disfruta.

Son aspectos básicos, éstos, pero indispensables para cambiar el imaginario colectivo sobre la sexualidad. Y construir una nueva mirada sobre el sexo desde el placer y la responsabilidad.

Aquí tenéis un ejemplo de lo que os cuento:

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Si tú también quieres se se impartan talleres Sapiensex en tu Centro Educativo o Asociación, puedes solicitarlo a través de la siguiente dirección: info@sapiensex.com

50 Sombras de Grey: placer o violencia sexual

Mucha es la polémica que se está creando en torno al libro 50 sombras de Grey y su película.

Muchas mujeres a quienes les ha gustado el libro se sienten atacadas o cuestionadas cuando escuchan comentarios que las hacen quedar como mujeres “maltratables, con baja autoestima y/o dependientes”.

Mientras que quienes defienden la igualdad  cuestionan este libro como una apología de la violencia de género.

Entonces, ¿qué creer?

Desde mi punto de vista, si algo bueno ha generado éste libro, es que por fin las mujeres pueden comprar en cualquier librería un libro de sexo sin que se les suban los colores. También ha permitido que se debata sobre si ciertas conductas sexuales son positivas o violentas.

Básicamente, para diferencias entre prácticas más extremas y violencia sexual consiste en que hagamos lo que hagamos “en la cama”, siempre debe ser SEGURO, SANO y CONSENTIDO.

50 sombras de Grey es una historia basada en las tradicionales historias románticas donde un hombre con muchos problemas psicológicos derivados de traumas infantiles, justifica las violencias que ejerce sobre una mujer con baja autoestima y carácter dependiente. Pero donde al final, “el amor lo puede todo”. Y al final son felices y comer perdices.

El hecho de que a muchas mujeres les haya gustado este libro no es un problema. La pega está en normalizar una relación adictiva y dependiente con un tipo que disfruta viendo sufrir a una mujer, sin respetarla ni tenerla en cuenta como algo positivo y deseable. Eso es lo peligroso. Y para colmo, pensar que con la bondad y cariño de una, él va a superar sus traumas psicológicos y va a convertirse en un esposo modelo.

No nos engañemos, en la vida real estas cosas nos ocurren. Quien te valora y te respeta sabe distinguir entre el juego y la vida real. Y lo que hace, irá encaminado a ayudarte a ser mejor persona. Nunca a menoscabar tu dignidad y autoestima.

 

 

La sexualidad, una cuestión de ensayo y error para valientes

 

Hoy quería compartir un artículo que se publicó hace un tiempo en el suplemento «mujeres» de la revista el observador, porque creo que os puede interesar:

 

“La sexualidad positiva y saludable es para personas que se atreven a conectar con sus deseos y a probar algo aunque no sea acorde a su educación o género. También para valientes que digan que no a algo que se supone que les debería encantar”, escribe Rocío Carmona Horta, experta en género:

DESDE el principio de los tiempos, la sexualidad ha sido un tema que despierta verdadero interés y sobre el cual, cada poco tiempo se publica una investigación o se edita un artículo que habla sobre “lo que es normal” y “lo que no lo es “en la sexualidad humana.

YA Freud comenzó diciendo que lo normal era que las mujeres sublimaran sus deseos sexuales ya que las mujeres “decentes” no debían tener placer sexual. Y en caso de tenerlo, éste debía conseguirse a través del orgasmo vaginal.

EN los años 60, algunos defendían la idea de que las mujeres eran anorgásmicas por naturaleza, y las que no lo eran, se debía a que tenían alguna alteración endocrina y sus hormonas masculinas estaban en valores más elevados de lo que le correspondía.

MÁS adelante, cuando se comenzó a pensar sobre la posibilidad de que las mujeres también sintieran placer sexual, se las catalogó en dos tipos: las mujeres  frígidas o las putas.

HOY en día, las investigaciones biologicistas se empeñan en  encontrar argumentos que demuestren que los hombres son más activos que las mujeres, o que ellos tienen “necesidades fisiológicas”, mientras que las mujeres, dicen, no las tienen.

LOS libros de texto, muestran la sexualidad con el único fin de la procreación. Y los más modernos hablan de la sexualidad como algo peligroso, de lo que hay que cuidarse, pues se relaciona con ITA (infecciones transmisibles sexualmente) o con embarazos no deseados.

Y por supuesto, siempre, siempre, dando por hecho que lo correcto son las relaciones heterosexuales.

A nivel divulgativo, nos llegan estadísticas que aseguran que la media de relaciones sexuales (refiriéndose únicamente al coito) en España es de “X” veces al año. O que el tamaño medio del pene de los varones españoles es de “Y” centímetros.

HAN pasado los años, e incluso los siglos y el asunto, aunque en forma ha cambiado mucho, en esencia no tanto.

HOY en día, la industria farmacéutica también patologiza a las mujeres, y si éstas no tienen deseo sexual, atribuyen  la causa a un factor biológico y la solución a través de agentes externos que nos quieren vender: un líquido afrodisiaco, una crema tipo “Viagra femenina”, e incluso, en casos “extremos”: un dispositivo eléctrico insertado en la médula espinal. Todo ello de dudosa eficacia.

TODOS estos datos, extraídos de conclusiones “científicas” nos podrían llevan a pensar que las mujeres que no tienen deseo sexual debido a  su naturaleza.

SIN embargo, todas estas informaciones  “olvidan” mostrarnos otra cara de la sexualidad relacionada con el autoconocimiento, el placer, la comunicación…

BAJO mi punto de vista, el problema no es tanto inmutable o patológico como un problema de prisma.

HASTA ahora, todas las conclusiones se han hecho tomando como referencia la sexualidad masculina y falocéntrica y se ha desprestigiado el potencial sexual de las mujeres, sobrevalorando el coito y el pene.

OJO, esto no quiere decir que ahora vayamos a infravalorar el coito. Pero me gustaría poderlo incluir junto a otras muchas prácticas alternativas. Por ejemplo: incluyendo desde el clítoris hasta el último poro del cuerpo.

LAS mujeres tienen castrada la posibilidad de disfrute desde el momento que se le induce a pensar que si desea algo nuevo, es una descastada. Y hacen pensar que toda experiencias no escritas, no normativizadas, no estudiadas estadísticamente… no son normales.

DE éste modo, se censura y se limita la capacidad de placer…

MUCHAS investigadoras y escritoras actuales: Fina Sanz, Anna Freixas, Carmen Valls, Sylvia de Béjar…, entre otras, han planteado un punto de vista que pone el centro de  la diana en el plano mental en vez de en lo genital,.

SON pensadoras que han ampliado su visión. Así, comprenden que el máximo punto de placer está en la mente, y si trabajamos sobre ella, mejoraremos nuestra capacidad de disfrute. Estas mujeres han salido del reduccionismo de un cuerpo fragmentado al pasar a la mirada global e integral del cuerpo.

DE modo que la alternativa a la frigidez no es practicar todas las posturas del Camasutra, ni intentar tener 3 orgasmos en una noche, o uno en los probadores de una tienda en 0,30 segundos.

MÁS bien, la alternativa propuesta pasaría por cortar con todo lo que hemos escuchado hasta ahora y romper moldes.

SE trataría de conocer nuestro cuerpo para aprender a identificar sus zonas de máximo placer. Cambiar el enfoque reducido que sólo tiene en cuenta los genitales y ampliarlo al potencial goce que se puede experimentar en todo el cuerpo.

POR todo esto, digo, que al hablar de sexualidad no podemos hacerlo en términos de “normal-anormal”, sino más bien de una cuestión de ensayo y error para valientes.

LA sexualidad positiva y saludable es para personas que se atreven a conectar con sus deseos y a probar algo aunque no sea acorde a su educación o género. También para valientes que digan que no a algo que se supone que les debería de encantar.

POR eso, si se quiere gozar de una sexualidad saludable, es deseable conectar con  las necesidades y deseos personales, y responsabilizarse de la propia sexualidad. En definitiva, tener una predisposición activa, positiva y creativa.

 

http://www.revistaelobservador.com/index.php/suplementos/mujeres/5359-la-sexualidad-una-cuestion-de-ensayo-y-error-para-valientes.html

¿SE COMETEN DURANTE LA ADOLESCENCIA CONDUCTAS SEXUALES DE RIESGO?

Antes de responder con una afirmación o con una negación, me gustaría que fuerais vosotras y vosotros quienes saquéis vuestras propias conclusiones. Por mi parte, simplemente expondré determinados factores, y os dejaré en el lugar llegar a vuestras propias conclusiones.

Todo el mundo saba que la adolescencia es una etapa de la vida de agitados cambios.

En ésta fase, se pasa de la seguridad de la infancia, donde los y las menores no se cuestionan asuntos profundos, al descubrimiento del “propio juicio”.

Digamos, que durante la adolescencia se descubren puertas que se pueden atravesar, y se desean cruzar.

Estos cambios, que también conllevan crisis no son nada raro, más bien es el modo habitual de ir descubriendo quienes somos verdaderamente. De desarrollar nuestro propio criterio.

El asunto es que estas puertas no se cruzan sin ninguna experiencia a sus espaldas. Y ya sabemos, lo sexualizada que está nuestra sociedad y a la vez, es decir, existe un exceso de información sexual, que se contrapone al gran déficit de formación sexual.

Chicos y chicas llegan a experimentar su sexualidad en la etapa adolescente sabiendo que éste es un tema del que no se habla libremente. De modo, que sus deseos e inquietudes, tenderán a mantenerse en el anonimato y a no reconocerse ante otras personas más experimentadas y maduras que les puedan ayudar. Y sin embargo, creen que ya lo saben todo o casi todo.

Además, en ésta etapa de la vida, existe una fuerte sensación de invulnerabilidad. Piensan que nada les puede pasar, que lo malo sólo le ocurre a las otras personas… De modo que tienden a poner menos atención y/o protección.

Así que nos encontramos con la siguiente ecuación:

Quieren probar
+
Se sienten invulnerables
+
Saben que éste es un tema del que no se habla libremente
=
……………

¿Qué diríais?

Sí, es fácil que cometan conductas de riesgo.

Así que como personas adultas que somos, estaría bien que nos responsabilizáramos de cubrir esas carencias: ya sea a través de libros, juegos como el Sapiensex, charlas… ¡Pero algo hay que hacer!

Yo, por mi parte… os recomiendo jugar a Sapiensex: juego de educación sexual