¡La vida te ofrece oportunidades a las que resulta imposible decir que no!
Este mes de junio, 2 son los talleres que me han solicitado que imparta con jóvenes, pero no unos/as jóvenes cualquiera, en ambos talleres las personas asistentes eran muy especiales.
Os cuento:
El primero de los talleres fue un Sapiensex, impartido en la Facultad de Ciencias de la Salud con asistentes al Campus Inclusivo, Campus sin Límites, que organiza la UMA junto a la ONCE con chicos y chicas que quieran asistir a la universidad más adelante.

Este campamento sirve para que a lo largo de una semana, chicos y chicas de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato con algún tipo de diversidad funcional puedan asistir a la universidad y conocerla de primera mano y así fomentar que continúen su formación en la universidad y acceder a empleos de mayor calidad.
Durante este tiempo conocen y disfrutan de la experiencia universitaria con actividades de divulgación académica, conocimiento de la oferta formativa de las universidades, servicios disponibles para los alumnos y alumnas con discapacidad, y oferta cultural y de ocio… y entre éstas actividades, este año, pudieron disfrutar del taller de educación sexual Sapiensex.

Foto extraída de Vicerrectorado de Estudiantes UMA
Fue divertido cuando me dijeron que desde el lunes anterior habían estado esperando éste taller como agua de mayo. Y también una gran responsabilidad ponerme en su piel para “ligeramente intuir” cómo hacer una formación que se ajustara a sus necesidades.
En el grupo había 6 alumnos/as con discapacidad visual y/o ceguera, 1 alumna sordociega, 2 estudiantes con Síndrome de Asperger y 2 alumnos sin diversidad funcional. Y unas cuantas monitoras y monitores excelentes que me estuvieron echando una mano todo el taller.
El resultado final… ¡Muy positivo!, el grupo se ayudaba entre sí, la participación fue elevada y la atención… excelente.
Fue de esos retos que agradezco haber tenido que superar y que me demuestran que ellos y ellas no son quienes tienen discapacidad. Si no que yo también la tengo, ¡!!para infinidad de cosas!!!, pero que la vida nos pone retos y que con ganas y dedicación, somos capaces de superarnos gracias a ellos.
El otro reto del mes… fue hacer un taller de educación sexual en un Centro de Protección de menores Virgen de la Victoria de la Junta de Andalucía.

Gracias a mi compañera psicóloga y mediadora Mª Teresa García que me lo propuso, hoy estuve con 16 chicos y chicas residentes de éste centro. Entre ellos y ellas, también había un chico sordo mudo estupendo, súper competente y maduro, personas de diferentes culturas y edades y todos y todas con algo en común. Las ganas de aprender y divertirse. Y conclusión…. ¡La sexualidad con responsabilidad es mucho más placentera!
Espero que a partir de ahora tomen conciencia de la necesidad de escucharse y escuchar a quien tienen al lado, cuidarse y dejarse cuidad y también, disfrutar de todo el potencial que nos ofrece nuestra mente y nuestro cuerpo.
